Mediante el empleo de campos magnéticos con imanes de alta o baja intensidad, la magnetoterapia incide sobre las partes del organismo a tratar aliviando el dolor y regenerando los tejidos afectados.
Para crear los campos magnéticos se utilizan bobinas por donde pasan las corrientes eléctricas, de forma que las ondas son captadas por el organismo sin necesidad de aplicar corrientes directamente en el cuerpo.